Sinopsis:
Todo el mundo sabe que los elfos son tan arrogantes como inmortales y por eso les gusta que se los retrate. Además, ansían el arte de los humanos porque ellos son incapaces de crear algo que transmita vida. Isobel los conoce bien, pues se gana la vida pintando sus rostros.
Pero un día el príncipe del otoño entra en su taller y, al retratarlo, comete un terrible error: plasma en sus ojos el dolor humano que percibe en su mirada, un rasgo que cualquiera de sus súbditos consideraría una debilidad.
Tras recibir el cuadro, el príncipe regresa convertido en cuervo y la acusa de traicionarlo ante su corte. La única manera de solucionarlo es que Isobel se adentre con él en las tierras del otoño para restaurar su reputación. No obstante, deberá tener cuidado: como afirman los elfos, siempre deseamos lo que tiene el poder de destruirnos.
Este es el típico libro que compre por su preciosa portada, pero a parte de eso la sinopsis me enganchaba y lo mejor de todo, es autoconclusivo y no tenemos que esperar al siguiente, porque tenemos todo en este.
Esta historia nos cuenta de un reino de elfos en el que también habitan humanos, pero en una ciudad aparte llamada Extravagancia, estos humanos crean arte, quiere decirse, pintar, escribir, cocinar…., para vendérselas a los elfos, quienes no pueden hacer arte, el pago de los elfos son encantamientos, algo que me ha resultado muy curioso, más el hecho de que sean como los genios, debes pedir el encantamiento sin cabos sueltos para que ellos no le den la vuelta y te la líen. Este tema me ha llamado mucho la atención, pero… no profundizan en el tema, me da pena que se pierda una cosa tan original entre las primeras páginas.
Isobel nuestra protagonista, ella es una artista muy conocida por los retratos que hace a muchos de los elfos, es insistente, madura y lista,por lo que no se deja engañar por todas las artimañas que crean los elfos. Vive con su tía y sus dos hermanas, Marzo y Mayo, por favor, me han encantado estos dos personajes, quiero más de ellas, son algo peculiares, dan un puntazo a esa… familia especial.


A pesar de dejar cositas sueltas es un libro que engancha y no lo suelta hasta que lo terminas, pero yo espero un segundo libro con más historia de este mundo tan interesante que ha creado la autora.